Como cada sábado, me levanto por las mañanas y reflexiono acerca de lo que pueda escribir en este blog. Tengo por costumbre hacerlo los sábados por varios motivos.
- El primero, que es sábado. Tengo tiempo libre y en el resto de la semana no. No lo dejo para el último día de la semana porque es algo que me gusta hacer.
- El segundo, que reflexiono sobre la semana que he pasado y recuerdo los aspectos que más me han llamado la atención.
- El tercero y último, porque en mi casa los sábados hay silencio, y el resto de días no.
Esta semana ha sido difícil para mí ya que he estado con gastroenteritis aguda y se pasa bastante mal. Fui a clase y a trabajar el lunes y ayer viernes volví al trabajo, pero fui incapaz de asistir a clase porque no me encontraba bien. Todavía no estoy recuperada del todo y eso es algo que me choca bastante, por lo que he querido reflexionar sobre esto.
Quiero empezar mencionando la teoría de Darwin de la selección natural, en la que se defiende que los organismos mejores preparados son los que están adaptándose y van a sobrevivir, mientras que los "peores" van a desaparecer. Esto quiere decir que los aspectos evolutivos que favorezcan la supervivencia van a transmitirse de unas generaciones a otras para favorecer la adaptación al ambiente o a las circunstancias del momento.
Un claro ejemplo es lo que puede aguantar el cuerpo humano. Antes, las personas tenían una esperanza de vida muy baja, entre los 35 y los 40 años y morían por circunstancias "pequeñas" como una diarrea o una gripe. He de decir que son realmente influyentes los avances de la medicina y de la higiene, la alimentación y los cuidados personales. Aún así, también pienso que el cuerpo se está haciendo más fuerte a medida que pasan las décadas y que estamos evolucionando genéticamente.

Si continuamente nos estamos alejando de lo que "creemos" que es malo y perjudicial, el día que nos topemos con ello cara a cara va a ser peor. No vamos a saber cómo llevarlo y nuestros ánimos se caerán al suelo, algo que perjudicará nuestro estado de salud.
Volviendo a mi caso en particular... Cuando era pequeña me ponía enferma cada dos por tres, enseguida tenía anginas, otitis, descomposición... ¡Pero me ponía bien muy rápido! Y yo creo que es porque mi cuerpo ya había experimentado este tipo de sensaciones y sabe como hay que reaccionar.
Pero en este caso ha sido diferente. Hace muchos años que no cogía gastroenteritis y esta ha sido de las grandes. Mucha fiebre, dolores muy fuertes y continuos "viajes" de ida y vuelta al baño. Lo peor no son esos síntomas, sino la debilidad que experimenta el cuerpo después.

Era una cuesta que subo y bajo muchas veces y me estaba cansando como si fuese la primera vez. Y eso que no era gran cosa, ni estaba muy inclinada ni era larga. Era mi cuerpo, que estaba débil después de no moverse y de no incorporar alimentos sólidos para coger fuerzas. Es aquí cuando me di cuenta de que estamos sufriendo una involución de la evolución.

No deberíamos recibir sobreprotección porque nos está haciendo involucionar. Ante una mala situación el mejor remedio es la positividad y el amor de los seres queridos, ya sean familiares, amigos, pareja o animales.
Lorena Sánchez
Es interesante observar los mensajes que nos da nuestro cuerpo, para mi es un amigo y cuando algo me duele trato de escuchar lo que me quiere decir, es verdad que ahora la esperanza de vida ha aumentado, y es bueno fortalecernos y cuidar el cuerpo
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