Hace algunas semanas hicimos una actividad exterior relacionada con esta asignatura. Fuimos toda la clase al parque El Retiro, en Madrid, y vimos una representación real en el palacio de cristal de la bella durmiente.
Después, el resto de mis compañeras realizaron una actividad en los jardines. Dicha actividad no me gustó nada. No estuve allí para realizarla pero me la contaron.
Consistía en realizar mandalas con elementos naturales. Por lo que muchas compañeras mías arrancaron las flores y el cespéd de los alrededores, todo para que les quedase "precioso". Las hojas secas, los palitos, las piedras y la arena también son elementos naturales y no es necesario arrancar ninguna planta.
Dos semanas después, realizamos en el aula un taller de mandalas con alimentos.
El objetivo principal de esta actividad era "fluir", plasmar lo que sentimos interiormente.
Los alimentos que podíamos utilizar para ello eran libres. En el caso de nuestro grupo, utilizamos lo siguiente:
- Obleas
- Sirope de Chocolate
- Lacasitos
- Conguitos
- Nata montada
- Trufa montada
¡¡Manos a la obra!!
Empezamos a realizar el mandala individualmente. Concretamente, cuando nos pusimos a ello, me quedé un poco "bloqueada". No sabía quÉ hacer, ni cómo, ni con qué.
Después de varios minutos mirando al resto de mis compañeras me puse a ello. Decidí que iba a dejar a mis manos trabajar libremente y que no iba a intentar que me quedase rico o bonito.
Todo lo que dibujé tiene su sentido (para mí).
Comencé con una espiral, un elemento que siempre me ha llamado la atención y que relaciono con el crecimiento de las personas.
Empezamos siendo muy poquito y vamos avanzando, sin dejar de crecer.
No hablo del nivel físico, sino del personal.
Después cerré el mandala. Esto significa el momento actual de mi vida. He empezado una nueva etapa, la de la universidad, y aunque esté todavía en el primer curso, es un ciclo cerrado que tengo que cumplir. No es por obligación si no por gusto, por interés.
Me gusta seguir formándome académicamente y me gusta aprender.
Una vez cerrado, había que ponerle algo más. ¡¡Lacasitos!! Tenían que ser de muchos colores, ya que representan las emociones en mi vida. Sobre todo las positivas, ya que continuamente estoy feliz, cantando, riendo, haciendo lo posible por hacer disfrutar a las personas que me importan. Creo que es muy importante estar contento, ya que es algo que se transmite.
Para terminar, realicé muchos, muchos puntitos pequeñitos. ¿Por qué? Por todas las cosas que pienso constantemente. Últimamente tengo la cabeza llena de pensamientos y es un poco estresante, pero sé que en algún momento, pasará.
Y ya está!! Ya he terminado mi mandala. A continuación expongo fotografías de mandalas de compañeras de mi grupo de clase. 
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