lunes, 9 de febrero de 2015

¿El mal es evitable?

El pasado 5 de febrero, durante la clase de Fundamentos de la Educación Plástica y Visual, surgió una pregunta que llamó fuertemente mi atención.

¿Es el mal algo evitable?

Salieron varias respuestas al respecto; sí, no, a veces...

Desde mi punto de vista, el mal es algo que no se puede evitar. Es más, previamente tengo que decir que creo que el mal es algo relativo. Para algunas personas, hay males peores que otros y males que son insufribles, de la misma manera que hay males que no son males. Me pregunto entonces, ¿Qué es el mal?

Para empezar mi reflexión, creo que debería intentar contestar a la pregunta anterior. En mi opinión, el mal es todo agente o consecuencia que genera un malestar en un ser vivo u objeto. Creo que los males no solo nos sufrimos las personas, los animales también, al igual que las plantas o el mobiliario urbano, por ejemplo.

Las personas actuamos consecuentemente, y la gran mayoría de las veces para producir un bienestar a corto o a largo plazo. Pero, en el momento en el que no estamos actuando de esta manera, ¿Lo estamos haciendo conscientemente? Es aquí cuando surge una nueva pregunta.

¿Existe el mal sin quererlo? 

La respuesta es SÍ, en gran tamaño, en mayúsculas. Y además, me atrevo a decir que es este mal el peor de todos. Es incontrolable, muchas veces inesperado y devastador. 

Muchas veces no nos estamos dando cuenta del daño que podemos hacer y, una vez realizado, es cuando abrimos los ojos y observamos el resultado. Somos personas, podemos equivocarnos y además, es "bueno". Aprender de los errores conlleva no repetirlos en el futuro, nos enriquecemos personalmente y la experiencia nos hace más grandes.

Es por ello que los seres humanos debemos intentar vivir evitando el mal, sin hacer daño al resto de la comunidad en la que vivimos, para lograr un bienestar tanto individual como global. 

Todo lo que depende de nosotros mismos corre más riesgo de sufrir peores consecuencias, ya que no hemos sido capaces de protegerlos ante el peligro. 

En conclusión...
Creo que todas las personas deberíamos evitar lo malo, lo desagradable, lo perjudicial, etc. Y conseguir el máximo bienestar siempre que esté en nuestra mano. 

Cuando venga el mal inevitable, le haremos frente con todo lo que tengamos y más, porque estaremos preparados para superarlo, ya que lo que todos deberíamos desear es el bien. Y todo ello estará influenciado por nuestra experiencia, por nuestros errores cometidos en el pasado y por nuestras ganas de salir a flote.



Lorena Sánchez

1 comentario:

  1. Gracias por tu reflexión sobre el mal. Os enviaré información del seminario sobre el mal por si alguna está interesada en inscribirse. Conviene que firméis cada una con su nombre aunque el blog tendrá nota general.

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